4 feb 2015



Mis queridos amigos Francisco Arévalo y Patricio Menares

Quiero expresarles mi gratitud por los maravillosos momentos que me hicieron vivir días atrás.

Ustedes pusieron mi corazón a prueba.

Habrán dicho entre ustedes…. “Llevemos al viejo Lobato para que vea lo que hemos hecho y le ponemos su nombre a la clínica”

Gracias muchachos.

Me sentí con el ego por las nubes durante unos momentos.

Pero aterricé muy pronto con una satisfacción inmensa y con una alegría que gozo desde mi interior hasta lo máximo que puede resistir un ser humano.

Y que tocó también fuertemente a las fibras de mi familia.

El Trofeo es hermoso.

Lo comparto con todos los jueces que me demostraron afecto y cariño ese día.

Quisiera que ustedes recuerden esta clínica como un acto de generosidad emocionalmente recibido.

Por haber hecho un reconocimiento a alguien que amó el Básquetbol y le dedicó una parte importante de su vida a sus afanes.

Pero quisiera unir a mi nombre, en este homenaje a todos los árbitros con los que compartimos juntos tantos años esta pasión deportiva.

La mayoría de ellos ya no están con nosotros, pero su recuerdo estuvo presente en mi corazón ese día.

Y también a los que fueron nuestros maestros.

Porque el básquetbol, como la vida, es un continuo y en el amor a esta actividad estamos hermanados hombre de distintas generaciones que cada uno en su momento hizo su contribución con amor, esfuerzo, entusiasmo.

Francisco Arévalo y Patricio Menares ….  Ustedes fueron los arquitectos de este renacer de los jueces.

Por muchas razones.

Definieron un marco ético renovado, basado en valores como disciplina, enseñanza técnica, preparación física, amistad sin envidia y a todos le fijaron una meta.

Superación máxima para que todos lleguen a lo más alto del arbitraje.

Lo que hicieron es inyectarle sangre para que sepan lo que es ser Juez de Básquetbol.

Las dos damas, técnicamente muy bien preparadas.

Estaban siendo controladas por un técnico FIBA y demostraron calidad y prestancia en el campo de juego.

“Sin dejar de ser mujer, fueron ejemplo para un millón de hombres”

Me dio gusto ver a los muchachos impecables, todos representando muy bien al referato chileno.

Técnicamente bien preparados.

Esto es el reflejo de la gran labor de ustedes, que ya empieza a mostrar resultados

Tienen futuro.

Tener siempre presente las palabras del poeta….

“Caminante … No hay camino …. Se hace camino al andar”

Es duro, pero gratificante

No  imposible si existe hambre.   Hambre de llegar y triunfar.

Pancho y Pato, gracias por este honor que para mí fue inmenso.


Sinceramente


Félix Lobato Barrera